EL
PATO
DE
JUEGO SOCIAL A DEPORTE DE ELITE
MER. STELA MARIS FERRARESE CAPETTINI
NEUQUEN – ARGENTINA
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Resumen:
El
pato es un juego ancestral argentino practicado con caballos y un pato. El
mismo fue incorporado por los gauchos y rechazado por la oligarquía.
Actualmente luego de ser convertido en deporte por Rosas, prohibido y
recuperado por Perón como deporte nacional esa misma oligarquía se lo apropió y
practica como deporte de competición. En otros lugares del país, alejados de la
“industria del deporte” se sigue enseñando y practicando entre la “otra parte
de la sociedad nacional”.
Palabras claves. Juego ancestral, deporte, antropologia lúdica
Resumo:
O
pato é um jogo argentino ancestral praticou com cavalos e um pato. O mesmo
estava incorporado pelos gaúchos e rejeitou pela oligarquia. No momento depois
que fosse transformado em esporte através de Rosas, proibido e recuperou por
Perón como esporte nacional que mesmo por a oligarquia destinaram isto e
práticas como esporte de competição. Longe da "indústria do esporte"
continua formação treinada em outros lugares do país, e praticando entre o
"outro parte da sociedade nacional."
Palavras chaves. Jogo ancestral, deporte, antropologia
lúdica
Sommario:
L'anatra è un
Argentinean gioco ancestrale e pronto praticò con cavalli ed un'anatra. Lo
stesso fu incorporato dai gauchi e rifiutò dall'oligarchia. Al momento dopo
essere trasformato in sport da Rose, impedito e recuperato da Perón piaccia
sport nazionale che gli stessi dell'oligarchia hanno appropriato esso e
pratiche di come sport di competizione. Negli altri luoghi del paese, continua
lontano dalla "industria dello sport" divenire addestrato e
praticando fra il "un altro parte della società nazionale."
Parole di chiave. Io gioco ancestrale, deporti, lúdica di antropologia
Résumé:
Le canard est un jeu qu'Argentin ancestral a pratiqué
avec chevaux et un canard. Le même a été incorporé par les gauchos et a
repoussé par l'oligarchie. Au moment après qu'être transformé dans sport par
les Roses, défendu et s'est remis par Perón comme sport du national qui même
oligarchie qu'il/elle a approprié lui et il/elle entraînements comme sport de
la compétition. En autres places du pays, il continue à devenir compétent et
pratiquer parmi loin de la "industrie du sport" le "un autre
partie de la société nationale."
Mots de la clef. Joue
ancestral, sport, lúdica anthropologie
Summary:
The
duck is a game ancestral Argentinean practiced with horses and a duck. The same
one was incorporated by the gauchos and rejected by the oligarchy. At the
moment after being transformed into sport by Roses, forbidden and recovered by
Perón like national sport that same oligarchy appropriated
it and practices like
competition sport. In other places of the country, far from the "industry
of the sport" it continues becoming trained and practicing among the
"another part of the national society."
Key words. I
play ancestral, deport, anthropology lúdica
Desarrollo:
Desde su
existencia el ser humano creó juegos para comunicarse con el Más Allá y para
diversión personal y/o grupal.
El Pato es uno de esos tantos “juegos”
creados a partir de la etapa ecuestre de los ancestrales habitantes de las
tierras argentinas. Recordemos que aquí había caballos salvajes (Fernández J.)
con el que muchos Pueblos Originarios pasaron de la vida pedestre a la
ecuestre. Con la llegada de los españoles a los actuales países de Perú,
Bolivia y Chile (mucho antes de llegada de Pedro de Mendoza, en 1536, a
Argentina) llega el caballo europeo, el cual inmediatamente es usado por los
distintos grupos étnicos existentes en los mismos, y que en su huida ingresan
por el Norte, Oeste y Sur de nuestro país para luego expandir su uso, tal como
sucedió en la Patagonia con el proceso de mapuchizacion que luego se extendió
hacia el centro de nuestro país.
Existen juegos
ancestrales como es el caso del palin, polque y hockey practicados en distintas
partes del mundo que son iguales. En sí, el hockey no es inglés, lo que ellos
hicieron fue reglamentar un ancestral juego hindú, al igual que con el
bádminton y el críquet, tal como lo muestra el documental Lagaan.
El buzkashi[1]
es el deporte nacional afgano. Lo practican dos equipos de chapandoz, o
jinetes, en un campo de aproximadamente 2 Km de longitud. El objetivo del juego
es conducir el boz, cuerpo decapitado de una res, desde un extremo del campo al
otro. También los mongoles tienen un juego igual pero con un cordero, y los
guaraní- chiriguanos de la zona de Bolivia uno similar con un chivo, aunque
estos lo juegan de a pie, es decir, sin utilizar caballos. El nombre se
denomina “Juego del chivo”[2].
El mismo se continúa practicando hasta la actualidad.
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No
se puede expresar taxativamente que el juego como tal no fue hallado entre los Originarios
a la llegada de los españoles ya que hubo varios lugares por los cuales éstos
invadieron el país, y en la mayoría de los casos lo que menos se registró de la
vida de estos Pueblos es la lúdica. Su origen es incierto aunque los datos más
antiguos indican la existencia del juego entre Calchaquíes en el valle de
Guachipas[3],
Salta, Argentina, zona cercana al valle Calchaquí. El registro data de 1611,
más precisamente el 4 de abril de ese año e indica que el juego se realizaba,
en esa oportunidad por calchaquíes y otros integrantes de otros grupos étnicos
de la zona. Es decir siglo XV. Si el juego estaba en desarrollo indica que ya
era practicado por esas zonas desde épocas anteriores.
Fotos actuales de la zona de Guachipas en Salta,
Argentina, donde los originarios jugaban también el juego
El cronista Félix de Azara[5]
ya lo cita jugado en Buenos Aires en 1610 en las festividades de la
beatificación de San Ignacio de Loyola indicando como se hacía el elemento (hoy
pelota de pato) que contenía el mismo. Se cocía un cuero con el pato adentro
dejándole la cabeza afuera. Se le cosían dos o más manijas que eran las que
tomaban los desafiadores para dar inicio al juego. Confirma eso los versos de
Rodríguez Morel en su obra “Nemesio”: “El viejo e ño Liborio / el “pato” había
forrado / tuito muy bien retobado / de cuero con dos manijas / p´ agarrarlas
muy bien fijas / y aguantar el tironao”[6]
El
juego en sus inicios era una apuesta de una persona al resto a que le alcanzaran
y le quitaran el pato que llevaba consigo dentro de esa bolsa por la cual se
asomaba su cabeza. La carrera a caballo comenzaba ni bien éste llegaba al sitio
indicado como la ventaja para correr quien portaba el pato, y la contienda
terminaba si éste no era alcanzado antes de llegar al lugar que previamente se
había indicado como límite para quitarle el mismo. Quién se lo quitaba se
quedaba con él.
Otra
era poner el pato en el suelo y uno era el que venía a la carrera y lo alzaba
al pasar para repetir lo expresado en el párrafo anterior.
Luego se
convirtió en un entretenimiento de varios pero era un juego de todos contra
todos. Es decir, uno hacía el desafío y en la medida que el pato era arrebatado
se cambiaba de persona a perseguir para arrebatarle el mismo. Siempre había un
límite a traspasar para considerarse dueño del pato que se llevaba el ganador
de la contienda.
Posteriormente
evolucionó en un juego de grupo o equipo con límite final para determinar si el
pato quedaba o no en manos de uno de los grupos. La estructura lúdica seguía
siendo similar: en el centro del sector o campo de juego se desafiaban los
equipos habiendo dos variantes: 1.- Se delimitaba un terreno con dos zonas
límites al final y una zona central que separaba a ambos grupos en la que se
ubicaban dos jugadores tomando al pato cada uno por una manija. Una persona que
formaba parte de los equipos pero no participaba del juego y era designada para
tal función, daba la orden y esas dos personas que tomaban el pato por las asas
se disputaban el mismo y el que se apropiaba de éste era perseguido por el otro
equipo o grupo para tratar de arrebatárselo y así regresar hacia su línea final
con el objetivo de intentar traspasarla y así definir el juego a su favor.
2. - Se delimitaba un terreno con dos
zonas límites al final y una zona central que separaba a ambos grupos. Una
persona que formaba parte de los equipos pero no participaba del juego y era designada para tal función, a la orden
arrojaba el pato al suelo en el centro de la “cancha” o zona demarcada y los
jinetes de a caballo se arremolinaban para arrebatar el pato y luego a todo
galope tratar de llegar a la línea final. Si éste le era arrebatado por un
contrario la persecución ahora era hacia el otro grupo y así sucesivamente
hasta que alguno lograba pasar la línea final y definir el juego a favor de su
grupo.
“De entre ellos
el más anciano/Divide el campo después. /Señalando de travéz. /Larga huella por
el llano / y alzando luego en su mano / una pelota de cuero / con dos manijas,
certero / la arroja al aire gritando/ ¡Vuela el pato! ¡Va buscando,/ un
valiente verdadero![7]
Debido a los
pocos y diferentes datos la reconstrucción de la historia es compleja. La
trasmisión oral generacional y la falta de registro de algunos temas
relacionados con los Pueblos Originarios de América como lo es el lúdico, ha
generado un gran desconocimiento de los ancestrales juegos de estos pueblos
adjudicándoles la autoría algunos de ellos a países o personas de países que
sólo lo copiaron o usurparon para luego reglamentarlo.
El
juego llega a los gauchos en el país al igual que a toda la sociedad, pero
debemos considerar que la separación de clases sociales hizo considerarlo como
muy “animal” o “salvaje”, debido a que al iniciarse la disputa por el pato
había choques entre los jinetes con algunas rodadas por el suelo y en ocasiones
un jugador perdía la vida al ser pisado por algún caballo o bien en algunas
peleas que se producían después a causa del enojo de alguno de los
participantes por el resultado o a raíz de un empujón que era considerado como
“demasiado agresivo”. Pero así es el juego en esencia. Tal como plantea en sus
estudios de la conducta humana Gregory Bateson, en algún momento hay una acción
tal que a la otra persona le llega como mensaje a su Yo emocional “esto no es
juego”. Igualmente debemos considerar que para esas épocas en todo el mundo los
juegos tenían similares características. Consideremos que estamos hablando del
siglo XVI y sus consecuentes, es decir del año 1500 en adelante, fecha a partir
de la cual ya existen registros de juegos que pueden ser considerados
“violentos” por ciertas clases de personas. Igualmente, considerando la
estructura xenofóbica de ciertas clases sociales de Argentina y de la iglesia
de la época (Inquisidora en Europa) no es extraño que lo prohibieran. Hay
muchos escritos que demuestran la prohibición de otros juegos jugados por los
Originarios por parte de la iglesia, no solo éste, indicando detención, cepo y
100 azotes a quienes jugaban pilmatun[8]
, por ejemplo, en lugar de ir a misa en la zona de la IX Región del actual
Chile.
El Bando
promulgado el 11 de Julio de 1778 por el cabildo de Nuestra Señora de Luján y
según consta en el libro, relata Terrada[9],
y que firma el alcalde de la misma, Don Manuel de Carrasquero, manifestando la
prohibición total de la práctica de este juego. Siendo castigados con 100
azotes y dos años de trabajos forzados en las obras de S.M. en la ciudad de San
Phelipe de Monte Video. La Iglesia fue una de las que aquí también más influyó
para tal acción gubernamental.
En
el año 1822 el gobierno de la provincia de Buenos Aires prohibía su práctica.
En el Punto 2 de ese decreto se daban penas
tales como “un mes de trabajos forzados” a quienes violaran el mismo y
continuaran con la práctica de tan terrible juego. Esto no lo hizo sucumbir ya
que al igual que con todos los juegos siguió siendo realizado en algunos
lugares a sabiendas de los riesgos corridos por tal acción. De igual forma lo
siguieron haciendo los Originarios en la Patagonia con algunos juegos propios
hasta que fueron diezmados por la conquista genocida del gobierno argentino.
Así relata Garmendia [10]
el desarrollo del juego lo cual se consideraba
(probablemente hubo otras también) la causa de su prohibición ”... en
confuso tropel se separan dando tirones hercúleos y pechadas bestiales, que
muchas veces hacen perder el equilibrio a sus dueños que dando en el torbellino
entre risas y gritos. Un grupo contrario entra en toda furia en el centro de
los que luchan, arranca uno el pato, cogoteando al que lo lleva y sacándolo
como pajarito de la montura, lo arroja al suelo y entre una sacarracena
infernal se lanza en vertiginosa carrera llevando el pato.. Principia en ese
momento que es imposible describirla”.
También Hudson en su relato “El
Ombú” nos habla de este juego entre los gauchos quienes siguieron jugando el
mismo a pesar de su prohibición hasta que el alambrado del campo y las
obligaciones que trajo el cambio de vida del país lo obligaron a trabajar como
peón de campo perdiéndose progresivamente el juego entre los peones rurales
para resurgir de las ideas de Castillo Posse hacia 1937 quien recreó la pelota,
el recado y el reglamento del mismo intentándose en 1938 el levantamiento de la
prohibición de su práctica (la cual fue aprobada por el Ministerio de Gobierno
de la Provincia de buenos Aires quedando atrás el artículo 1043 del Reglamento de la Policía provincial) pero
ya como un deporte practicado por cierta clase social, y ese deporte, no ya
juego, pasó a ser un trabajo para algunas personas cambiándole su origen lúdico
por el deportivo con reglas que se modifican cada cuatro o más años, con una
cancha y reglamento para su realización, una pelota diferente a la estructura
ancestral y lo que es más novedoso la
creación de la indumentaria para su práctica y del caballo de pato, algo que lo
aleja de la real ancestralidad del juego. Luego fue declarado “Deporte
Nacional“ por Domingo Perón durante su presidencia, pero nunca más recuperó su
esencia ancestral si no que derivó en un deporte de elite.
Antes
en algunos casos hubo quienes lo jugaran en pelo y en los demás se usaba el
recado común. Los caballos eran comunes
y cada jinete cuidaba mucho de él. En la actualidad se dice que se necesita de caballos
especiales por la exigencia, pero esta exigencia es la de la práctica deportiva
y no la del juego. Hoy se lo practica para ganar, antes se jugaba para
divertirse, de allí que siempre los juegos estuvieran ubicados en festividades
locales, o bien había comida o baile luego de un juego de pato.
Lo mismo sucede
con la ropa. Actualmente en el deporte es necesaria una indumentaria especial,
ubicándose esto en otra estructura del imaginario simbólico del ser humano.
Tiene que ver con el “diferenciarse de otros”, es decir, la clasificación o
estatus social que da el juego y el portar cierta indumentaria deportiva. Pero
todo tiene su otra cara, y el actual resurgimiento del juego en ciertas partes
del país hace que el mismo alejado de todo este requisito sea practicado con
ropa común de la que se confecciona para la realización de actividades físicas
o bien bombacha y botas u alpargatas.
Debemos
reconocer que una parte de la sociedad no comprendía la vida del gaucho y del
originario y la cuestionaba y agredía de diferentes maneras, pero siempre
siguiendo intereses económico-sociales que favorecían a una sola clase social
surgida en el país. Es bien sabido que
en este país hasta 1903 no se enseñaba Historia Argentina en colegios como el Colegio Nacional Buenos Aires.
Probablemente
aquel Cabo de apellido Valenzuela que en 1806 gana un juego de pato y el título
del más gaucho, fuera en realidad un gaucho étnicamente hablando, que demostró
en su futuro al lado de San Martín ser un gran patriota superior a otros que no
sólo despreciaban al “diferente”, fuera éste gaucho u originario por ese
entonces- cierta clase de inmigrante luego-
si no que perseguían fines personales espurios en lugar de pensar en La
Patria y en América.
En
los procesos de cambio pedagógico, docentes de la provincia de Buenos Aires
trabajaron en el nivel inicial la recreación del Juego El Pato como un juego
ancestral que se jugaba cerca de la Pulpería. Me facilitaron la idea y recreé
el mismo para la educación física escolar desde el nivel inicial como un juego
al que lo único que le falta es el caballo. La recreación y readecuación
pedagógica fue del juego original para el Nivel Inicial y Primario de 1ro. a
Tercer grado como un juego mancha todos contra todos, y desde 4to hasta 5to
grado se insertaban las otras variantes
por grupos o equipos para incorporarle los aros del juego “pelota al cesto” a
los grados 6to y 7mo. la idea se relaciona con Ciencias Sociales en todos los
casos.
Considero
que se debe volver a jugar el juego ancestral con reglas que no permitan tanta
agresividad natural y propia del evento al igual que la forma deportiva actual
en todo el país por parte de toda la sociedad masculina como un juego despojado
de los intereses que hoy encierran a los equipos y Federaciones de pato. Que se
pueda jugar al igual que el fútbol en cualquier lugar que se cuente con
caballos y un terreno en el que el mismo pueda desarrollarse. En Italoo, al sur
de la provincia de Córdoba se juega en el sector abandonado del ex ferrocarril
San Martín todos los domingos, alejados totalmente de las estructuras sociales
de clase que en la actualidad desvían al mismo de ser deporte nacional ya que
la Nación o Pueblo es toda la sociedad, pues si usamos el término pueblo para
una parte económicamente carenciada; ¿Qué término usamos para la clase social
con dinero? Siendo esto lo único que les diferencia del resto de los mortales.
La felicidad y la espiritualidad, lo afectivo y emocional, no necesita del
dinero si no del equilibrio del Yo individual, por lo tanto reitero mi
consideración de que debe facilitarse el retorno del juego El Pato a la
sociedad toda.
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Pelota de Pato construida para
niños
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Juego de pato en el Nivel Inicial
escuela Provincial Nº1 de la Ciudad de Neuquén año 2001
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Disputa del Pato en el inicio del
juego para 4to. Grado
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Jugando pato en Italoo, Febrero del
2005
Bibliografía:
Azara, F.: “Descripción e historia del Paraguay y del río de la
Plata” Edit. Plus Ultra, Buenos Aires Argentina, 1972
“Memoria sobre el Estado
Rural del Río de la Plata y otros informes”
Edit. Plus Ultra, Buenos Aires, Argentina 1972
Ferrarese, S.: “Juegos
étnicos de América y documentos de Educación Física Intercultural” Editado por
la Autora, Serie “El Sembrador” Nº1, Imprenta Islas Malvinas de la UNCo.,
Neuquén, 2006
Garmendia, J.I.: “La cartera de un
soldado” Edit. Plus Ultra, Bs. As. 1898
Obligado, R.:”Poesías” pp. 209 en Terrada, G. (h): “El juego del
pato” Edit. Plus Ultra, Buenos Aires, Argentina
Revista “Pato” año 1967, Argentina
Rodríguez M., J.R.: “Nemesio” Edit.
Colegio León XII, Buenos Aires, Argentina, 1938
Terrada, G. (h): “El juego del pato”
Edit. Plus Ultra, Buenos Aires, Argentina. pp. 29
[1] Enciclopédia Encarta Robert Harding Picture
Library/Robert Cundy Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005. © 1993-2004
Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
[2] Foto de “Música
y canto de los Guaraní” Centro
pedagógico y cultural Simón Patiño, Bolivia, 1997.
[3] Revista “Pato” año 1967,
Argentina
[4]
La región argentina del Noroeste está dividida en tres secciones; en una de
ellas, la correspondiente a la cordillera Oriental, es frecuente la presencia
de quebradas y valles que, paralelos, se extienden de norte a sur encajonados
entre los dos cordones que configuran la subregión. Entre las quebradas más
importantes cabe citar las de Humahuaca, Santa
María-Guachipas y del Toro, y entre los valles destacan Jujuy, Campo
Santo, Calchaquíes y Lerma.
En la imagen se aprecia la espectacular quebrada de Humahuaca. Enciclopédia Encarta Corbis/Yann Arthus-Bertrand
Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005. ©
1993-2004 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
Guachipas señalado en
el mapa de Salta.
[5] Azara, F.: “Descripción e historia del Paraguay y del río de la
Plata” Edit. Plus Ultra, Buenos Aires Argentina, 1972
“Memoria sobre el Estado Rural del Río de la Plata y otros
informes” Edit. Plus Ultra, Buenos
Aires, Argentina 1972
[6] Rodríguez M., J.R.: “Nemesio”
Edit. Colegio León XII, Buenos Aires, Argentina, 1938
[7] Obligado, R.:”Poesías” pp. 209 en Terrada, G. (h): “El juego del
pato” Edit. Plus Ultra, Buenos Aires, Argentina
[8]
Ancestral juego mapuche. En “Juegos étnicos de América y documentos de
Educación Física Intercultural” Ferrarese, S. Edit. la Autora, Serie “El
Sembrador” Nº1, Imprenta Islas Malvinas de la UNCo., Neuquén, 2006 p. 94
[9] Terrada, G. (h): “El juego del
pato” Edit. Plus Ultra, Buenos Aires, Argentina. pp. 29
[10] Garmendia, J.I.: “La cartera de
un soldado” Bs. As. 1898 esta en la Biblioteca Leopoldo Lugones
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